Los termostatos para radiadores son buenos candidatos para ahorrar energía: mucha gente sube los termostatos convencionales al nivel cinco, espera a que la habitación esté caliente y vuelve a bajarlos. Sin embargo, este no es el procedimiento ideal, ya que cada número del termostato representa una determinada temperatura que la habitación debería tener más tarde.

En cambio, con un termostato digital se ve directamente la temperatura y, por tanto, se puede ajustar con precisión desde el principio. En tiendas de bricolaje encontrarás termostatos digitales por tan solo 11 euros y podrás ahorrar en torno a un 10 % de los costes de calefacción.

Pero ¿no hay que instalarlos? Un experto en energía dijo una vez: «Si puedes montar una estantería de Ikea, puedes hacerlo por tu cuenta».

El calor también se pierde a través de la pared hacia el exterior, porque muchas calefacciones están situadas en la pared exterior de una habitación. Sin embargo, suele haber unos centímetros de espacio entre la calefacción y la pared. En este caso, puedes utilizar esteras aislantes o reflectantes.

Si colocas una estera aislante de este tipo detrás del radiador, podrás recuperar de forma fácil, eficaz y barata la radiación que saldría al exterior, con lo que ahorrarás en calefacción.

Las esteras pueden cortarse a la medida deseada. En las tiendas de bricolaje encontrarás esteras que puedes colocar detrás de casi todos los radiadores comunes por poco más de 3 euros.

El valioso calor también se escapa al exterior a través de las ventanas. Hay un sencillo truco para comprobar si las ventanas de casa son herméticas: abre la ventana, coloca un trozo de papel en el marco y vuelve a cerrarla. Si puede sacar el papel fácilmente sin que se rompa, habrá que tomar medidas.

En las tiendas de bricolaje puedes comprar juntas nuevas para puertas y ventanas; suelen ser autoadhesivas y fáciles de colocar en el marco de la ventana. Te puede costar unos 6 euros por ventana.

También puedes ahorrar energía si quieres calentar agua. Según la fundación «Stiftung Warentest», el hervidor de agua es preferible a la cocina a la hora de calentar agua rápidamente. Esto es especialmente cierto si quieres calentar el agua para el té o el café. Para, por ejemplo, el agua de la pasta (mayor cantidad), es mejor la olla, aunque tarde un poco más.

También es importante saber que los hervidores de agua calcificados necesitan más tiempo y energía. Por ello, es aconsejable descalcificarlos con regularidad.

El ahorro de energía también está en los detalles: al igual que las ventanas que no cierran bien, las puertas también pueden dejar pasar corrientes de aire no deseadas y desperdiciar energía. Para saber si es el caso, basta con poner la mano en el lateral de la puerta o en la parte inferior: la corriente de aire frío se notará de forma evidente.

En este caso, puedes sellar el lateral de la puerta de forma similar a una ventana. Para el borde inferior hay burletes económicos que se colocan abajo, delante de la puerta. Existen en numerosas variantes y diseños: desde burletes textiles hasta alta tecnología.

¿Sabías que puedes ahorrar mucha energía ahorrando agua? Concretamente, agua caliente, porque hay que calentarla con, por ejemplo, electricidad.

Por eso, los llamados «reguladores de caudal» son una gran medida de ahorro energético: cada vez que te lavas las manos o limpias las verduras puedes ahorrar agua sustituyendo el regulador de chorro del lavabo o de la cocina por un regulador de caudal con la última tecnología de ahorro de agua.

Aquí encontrarás una calculadora de ahorro de agua que calcula el potencial de ahorro de agua de tu hogar si instalas reguladores de caudal modernos.

Ahorrar agua en la ducha
El mayor potencial de ahorro energético: la ducha. Los ahorradores de agua modernos son fáciles de instalar y se adaptan a cualquier conexión de tubo flexible de ½ pulgada. Es especialmente importante saber que se consume mucha agua caliente, sobre todo al ducharse, por lo que aquí el potencial de ahorro energético es mayor.

Ahorrar agua en el lavabo
Ya debería estar claro que no hay que dejar abierto el grifo al cepillarse los dientes o afeitarse. Sin embargo, con los modernos reguladores de caudal en el grifo se puede ahorrar un poco más. La instalación también es sencilla en este caso, y se logra ahorrar con un caudal más que suficiente de cuatro a cinco litros por minuto.
 
Ahorrar agua en la cocina
Ya sea al lavar verdura, fregar una olla o limpiar una esponja, los reguladores de caudal modernos también permiten suministrar en la cocina la cantidad óptima de agua para evitar desperdiciarla. Aquí se recomienda un caudal de siete litros por minuto: suficiente para las tareas típicas de la cocina.

Una secadora consume mucha energía. Lavar y secar la ropa representa el 14 % del consumo eléctrico de un hogar. Así que quizás tenga sentido utilizar el viejo tendedero y secar la colada al aire libre, sobre todo si se dispone de jardín, patio o balcón.

El modo de espera de muchos aparatos eléctricos consume electricidad minuto a minuto. Las regletas de enchufes que pueden apagarse a mano permiten ahorrar energía de verdad. Con una sola pulsación, puedes desconectar toda una serie de aparatos de la red eléctrica por la noche, cuando no estés en casa o cuando no necesites dichos aparatos.

Si quieres bajar la temperatura ambiente de tu casa para ahorrar energía, te pueden ayudar cosas tan sencillas como un jersey, una manta o la bolsa de agua caliente de la abuela. Así que ponte cómodo. Nadie dice que haya que llevar camiseta en casa durante el invierno.

Como ves, ahorrar energía no es nada complicado y, por lo general, no requiere grandes inversiones. Los artilugios inteligentes te ayudan a ahorrar dinero. Procura simplemente que:

• las calefacciones estén bien ajustadas;
• las ventanas y puertas sean herméticas;
• se use un regulador de caudal para reducir el consumo de agua;
• se desactive el modo de espera de los aparatos.